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Barrera de contrastes: Jarillón del Río Cauca

  • Diplomado_Grupo_43
  • 31 oct 2019
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 3 nov 2019

Por Erika Acosta.



El Jarillón es un dique de contención que fue construido por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca - CVC; para soportar el crecimiento en el nivel de las aguas del río Cauca durante las temporadas de lluvia, razón por la cual, no esta estructuralmente diseñado para que realicen construcciones de cualquier tipo en su terreno, y mucho menos debe ser habitado. No obstante, en la década de los años 70 comenzaron a llegar a la zona familias campesinas desplazadas por la violencia procedentes de los departamentos de Chocó, Cauca, Nariño y norte del Valle del Cauca.


El Jarillón se extiende 17 kilómetros desde el extremo norte hasta el oriente de la capital vallecaucana, atravesando 10 de las 22 comunas que posee la ciudad. Es decir, que el dique protege actualmente a 900.000 familias de una posible inundación, lo que equivale al 80% de la población de Santiago de Cali.









Problemática Social identificada


Las familias que se asentaron ilegalmente en el Jarillón desde hace cuatro décadas, con el paso de los años, construyeron viviendas y algunas desarrollaron unidades productivas como criaderos de porcinos, caprinos y aves de corral; aumentando la presión en la estructura del dique y generando su deterioro.


Plan Jarillón: ¿solución o problema?

El Plan Jarillón es un proyecto de ciudad, que consiste en re-ubicar a las cerca de 8.777 familias que habitan el Jarillón del río Cauca para realizar obras de refuerzo estructural del dique, y así prevenir una posible inundación de las zonas norte y oriente de Cali.


Las entidades encargadas del proyecto, han centrado sus esfuerzos en desalojar lo más pronto posible la zona, e incluso haciendo uso de la fuerza (se han realizado algunos desalojos con intervención de la Policía y el ESMAD). Hasta el momento han hecho caso omiso a los requerimientos de las familias que permanecen en el Jarillón, y tampoco están interesados en entablar una mesa de diálogo para establecer algún tipo de acuerdo. Las autoridades ambientales encargadas del proyecto, no toman en cuenta ciertas variables sociales de la comunidad residente en el dique, como por ejemplo:


Desconocimiento del proceso de sensibilización e integración de la comunidad:

el desalojo que implica la ejecución del Plan Jarillón, no sólo genera pérdida de la vivienda, unidades productivas y demás recursos que la comunidad residente en el dique obtuvo con su trabajo y esfuerzo durante muchos años; significa para estas familias revivir el proceso de perderlo todo y empezar de cero nuevamente. Afectación emocional que tampoco ha sido contemplada como uno de los impactos negativos del Plan Jarillón.


Desdibujando las nociones emergentes del territorio:

la tradición campesina de las familias del Jarillón, los llevó a desarrollar en el dique unidades productivas relacionadas con el agro (cría de animales de granja) hecho que mantuvo parcialmente vigente las costumbres y estilo de vida rural de la comunidad, y que ahora se ve amenazado, porque las familias deben trasladarse a los apartamentos asignados para su reubicación y adaptarse al ritmo de vida citadino.


Alienación de la comunidad:

Se debe tener en cuenta que los habitantes del Jarillón en su mayoría llegaron a Cali en condición de desplazamiento forzado y encontraron en el Jarillón un área donde formar un nuevo hogar, que están a punto de perder a manos del Estado que nunca les ha brindado protección. Esa es precisamente la percepción y construcción intersubjetiva que se ha gestado por años en la mente de muchos integrantes de la comunidad, quienes persisten en quedarse en el dique hasta no obtener una solución definitiva por parte de las autoridades.



Primera Salida:


Las 3 fotografías evidencian las condiciones de pobreza y abandono en el cual viven muchos de los habitantes del Jarillón, quienes exponen diariamente sus vidas al haber construido sus casas en la orilla del Río Cauca, el cual aumenta su cauce ide forma inesperada, y sobretodo durante temporada de lluvia. Asimismo, se refleja la aparente calma que les brinda este espacio que la comunidad adoptó como propio y al cual llaman hogar.


La problemática central se muestra en la tercera fotografía, la cual expone las viviendas que han sido demolidas por las autoridades, como símbolo de pérdida, ya que con ellas se van también los numerosos años de trabajo, el esfuerzo, los sueños y el derecho a poseer una vivienda digna de cada una de éstas familias que se encuentran marcadas tanto por la tragedia del conflicto armado, como por la indiferencia y discriminación de un Estado ausente.



Segunda Salida.


Las 3 fotografías reflejan la organización, autogestión y empoderamiento de la comunidad habitante del sector norte del Jarillón (barrio Floralia); a quienes la adversidad los ha unido para defender sus viviendas de manera legal, bajo la designación y representación de líderes comunitarios y solicitudes formales ante las autoridades competentes.


También, se expone visualmente los recursos que la propia comunidad ha venido generando con el paso del tiempo para ofrecer y recibir servicios que facilitan la convivencia y el diario vivir entre los habitantes del sector, tales como el transporte en jeeps, los cuales constituyen un símbolo por excelencia de la zona norte y el barrio Floralia. Dichas manifestaciones comunitarias promueven la construcción de tejido social y sentido de pertenencia.





 
 
 

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